¿Cómo cuidar de tu mascota en caso de temblor?
Cuidar de tu mascota en un temblor no es algo que muchos piensen… hasta que pasa. Imagina que todo empieza a moverse, las luces parpadean y tú corres a buscar un lugar seguro. ¿Dónde está tu perro? ¿Tu gato? ¿Sabrías cómo reaccionar sin que el miedo te bloquee? Ellos dependen completamente de ti, incluso en el caos.
A veces, el instinto los lleva a esconderse, ladrar sin parar o quedarse paralizados. Otras veces, intentan huir. Y ahí es cuando los riesgos crecen. No tener un plan puede hacer la diferencia entre protegerlos o exponerlos aún más. Porque sí, un temblor también puede dejar huellas emocionales en ellos.
Prevenir no solo es armar una mochila o saber qué hacer. Es entender que tu mascota también siente, sufre y necesita seguridad. Por eso vale la pena tomarse unos minutos para pensar en esto desde ahora, con calma y cariño.
En este blog de Ladracadabra te damos ideas simples pero clave para estar listos juntos. ¡Vamos a cuidarlos como ellos nos cuidan a nosotros!
En Ladracadabra tenemos consejos para tu mascota. Tal vez te interese leer: ¿Tienes un perro agresivo? Te dejamos algunos consejos.
¿Por qué es importante preparar a tu mascota para un temblor?
Los temblores no solo afectan a las personas. Las mascotas también sienten miedo, estrés y desorientación, incluso antes de que tú percibas el movimiento. Su oído más agudo y su instinto de supervivencia les permite detectar cambios en el ambiente, lo que puede detonar respuestas inesperadas.
Reacciones comunes durante un sismo
- Perros: pueden ladrar sin control, intentar huir, esconderse o buscar a su tutor de forma desesperada. Algunos incluso pueden volverse agresivos por miedo.
- Gatos: tienden a esconderse en lugares estrechos, trepar, arañar o quedarse completamente inmóviles. Su reacción suele ser más silenciosa pero igual de intensa.
Estas conductas no son “mal comportamiento”, son respuestas naturales ante una amenaza. El problema es que, sin preparación, estas reacciones pueden poner en riesgo su seguridad.
Impacto emocional: más allá del susto
Así como los humanos pueden desarrollar traumas después de un evento sísmico, los animales también pueden experimentar secuelas emocionales: ansiedad, cambios de humor, pérdida del apetito, comportamientos compulsivos, entre otros.
Un gato que antes era sociable puede volverse agresivo; un perro que dormía tranquilo puede empezar a ladrar ante cualquier sonido. Sin apoyo adecuado, estos cambios pueden prolongarse en el tiempo y afectar seriamente su bienestar.
La prevención es un acto de amor
Prepararte no significa vivir con miedo, sino tener herramientas claras que te permitan actuar con calma. Y cuando tú estás tranquilo, ellos también lo sienten. Una mascota que ha practicado rutinas de evacuación, que tiene un espacio seguro y que confía en ti, podrá atravesar estos momentos con mucho menos estrés.
En las siguientes secciones te daremos pasos concretos para crear ese entorno protector. Porque cuidar de tu mascota también es anticiparse a lo inesperado.
Antes del temblor: crea un plan y un kit de emergencia
No puedes evitar un temblor, pero sí puedes evitar el caos. Prepararte con tiempo hará la diferencia entre reaccionar con nervios o con seguridad. Y lo mejor es que no necesitas nada complicado, solo organización, cariño y constancia.
🐾 1. Identificación visible en todo momento
Tu mascota debe tener una placa con su nombre y tu número de contacto en el collar. Si puedes, opta también por el microchip, que es más seguro en caso de extravío. Esto puede parecer básico, pero es vital si tu peludo se asusta y escapa durante el movimiento.
Tip Ladracadabra: Revisa que la info esté actualizada y legible. Si está borrosa, cámbiala ya.
2. Arma una mochila de emergencia para tu mascota
Así como tú necesitas una mochila con lo esencial, ellos también deben tener su propio kit. Puedes dejarlo en un lugar visible, de fácil acceso, y revisarlo cada cierto tiempo.
Incluye:
- 3 días de alimento seco o húmedo
- Botella de agua limpia
- Plato plegable
- Pechera y correa
- Manta o prenda con tu olor (los calma)
- Bolsas compostables
- Medicamento que use regularmente
- Juguete (reduce ansiedad)
- Botiquín de primeros auxilios que cuente con: Gasas, vendas, cinta adhesiva, tijeras, guantes de látex, alcohol isopropílico, solución salina, ungüento antibiótico y cualquier medicamento especial que requiera tu mascota-
- Carné de vacunación y copia de documentos veterinarios
- Lista de contactos de emergencia, incluyendo veterinario y clínica 24h
3. Ensaya rutas de evacuación con tu mascota
Hacer simulacros no solo es útil para ti, también lo es para ellos. Practica salidas rápidas, subir a la transportadora, o seguir comandos como “ven”, “quieto” o “aquí”. En gatos, trabaja su confianza con transportadoras abiertas y premios dentro.
Tip felino: No los obligues a entrar a la fuerza. Con tiempo y juego, pueden llegar a asociarla como un refugio.
4. Crea un espacio seguro dentro de casa
En caso de que no puedas evacuar, tu mascota necesitará un rincón donde pueda protegerse sin peligro. Puede ser el baño, una esquina alejada de ventanas o una habitación con puerta segura.
Agrega:
- Una camita
- Agua y comida
- Juguete calmante
- Luz tenue o difusor de feromonas si es posible
Durante el temblor: cómo actuar sin entrar en pánico
Cuando la tierra empieza a moverse, el instinto humano suele correr o congelarse. Pero tus acciones en esos segundos son clave también para tu mascota. Ellos te observan y toman señales de tu cuerpo, tu tono y tu energía. Si tú te alteras, ellos también.
1. Mantén la calma (aunque sea difícil)
Sí, es fácil decirlo. Pero respirar profundo y hablar con voz firme y tranquila puede evitar que tu mascota entre en pánico. Evita gritar, empujarla o hacer movimientos bruscos. Lo mejor que puedes ofrecerle en ese momento es tu serenidad.
Frase útil: “Aquí estoy, todo está bien.” Dila mientras acaricias suavemente su cabeza o pecho, si es posible.
2. Sujétala con cuidado, sin forzarla
Si tu perro está cerca, agárralo del arnés o collar con firmeza pero sin tirones. Si es un gato y puedes meterlo a su transportadora sin riesgo, hazlo. Si no, deja que se esconda donde se sienta seguro. Intentar sacarlo puede ser peor y provocar rasguños o huida.
Importante: Nunca sueltes a tu mascota si sales de casa. Los sonidos, vibraciones y caos exterior pueden hacer que huya en segundos.
3. Evita salidas apresuradas o peligrosas
Solo evacúa si es absolutamente seguro. Si lo haces, lleva siempre a tu mascota contigo, con correa o en transportadora. Si estás en un edificio y no puedes bajar, aléjate de ventanas, estanterías u objetos que puedan caer. Busca el lugar más seguro y quédate con ella.
4. Usa su rutina como ancla emocional
En medio del sismo, cualquier cosa familiar ayuda. Usa su nombre, un tono que reconozca o incluso una palabra que le recuerde juegos o paseos. Aunque parezca simple, esto le dará señales de que no está solo y puede ayudarte a que se tranquilice más rápido.
Después del temblor: contención y monitoreo
El temblor ya pasó… pero el susto puede quedarse. Tanto perros como gatos pueden verse afectados durante horas, días o incluso semanas. Tu acompañamiento en esta etapa es clave para que vuelvan a sentirse seguros y retomen su rutina con tranquilidad.
1. Revisa su estado físico con cuidado
Después de verificar que tú y los demás estén bien, observa a tu mascota con atención:
- ¿Cojea?
- ¿Tiene rasguños, sangrado o heridas?
- ¿Está respirando agitado sin razón?
En caso de notar algo inusual, contacta de inmediato a tu veterinario de confianza. A veces el daño no es visible, pero puede haber golpes internos o deshidratación si estuvo estresado mucho tiempo.
🧠 2. Detecta signos de estrés o trauma
Algunas señales de que tu mascota no está bien emocionalmente:
- Cambios en el apetito
- Hiperactividad o letargo
- Vocalizaciones excesivas (ladridos, maullidos, quejidos)
- Comportamientos regresivos (hacer sus necesidades en lugares inusuales, esconderse, romper cosas)
Estos comportamientos son respuestas naturales, no debes castigarlos. En su lugar, ofrece consuelo, rutina y espacio para que se recuperen a su ritmo.
3. Retoma sus rutinas lo antes posible
El regreso a lo cotidiano es terapéutico. Alimentarlo a su hora, pasearlo como siempre o dejarle su juguete favorito a la vista, le devuelve la sensación de estabilidad. Esa normalidad puede ser más poderosa que mil caricias (aunque las caricias también ayudan muchísimo).
4. Refuerza con calma, no con sobreprotección
Entendemos que quieres abrazarlo todo el día, pero tratarlo como si algo malo fuera a pasar todo el tiempo puede reforzar su ansiedad. En vez de eso:
- Premia su calma
- Habla con tono suave
- Dale libertad para acercarse o tomar distancia
Si notas que su comportamiento no mejora o empeora, puedes recurrir a un especialista en comportamiento. En Ladracadabra ofrecemos sesiones con etólogos felinos para estos casos.
El amor también se prepara
Nadie quiere imaginar un temblor. Pero hacerlo con anticipación es un acto de cuidado real hacia tu peludo. Ellos no entienden qué está pasando, pero sí entienden cuándo estás presente, calmado y preparado. Y eso hace toda la diferencia.
Recuerda: no se trata de tener miedo, sino de actuar con responsabilidad y empatía. Prevenir es proteger. Desde una simple placa hasta entrenar comandos o preparar una mochila, todo suma. Y lo más bonito es que lo haces por ese ser que te acompaña todos los días sin pedir nada a cambio.
En Ladracadabra creemos que una mascota feliz también es una mascota protegida. Por eso, en nuestro blog encontrarás más temas que te ayudarán a mantener su bienestar en diferentes situaciones: desde educación y emociones, hasta salud, duelo y convivencia.
👉 Explora, aprende y cuida con amor. Tu compañero de cuatro patas lo merece.